viernes, 30 de enero de 2009

Málaga, capital de la Astronomía

La Sociedad Malagueña de Astronomía coordinará a nivel nacional dos de las actividades previstas en la conmemoración de la primera observación celeste
No es la tierra natal de Galileo, ni dará nombre a una constelación enrevesada y con forma de pez de la zona. Tampoco se distingue por sus condiciones para contemplar el cielo, pero en los próximos meses se convertirá en uno de los referentes de la astronomía en España. La clave, está en la tierra, concretamente, en la afición sostenida por la Sociedad Malagueña de Astronomía, que ha sido elegida para articular buena parte del programa conmemorativo de los cuatro primeros siglos de la disciplina.Según explicó Blanca Troughton, presidenta del colectivo, el Año Internacional de la Astronomía, que festeja el primer análisis celeste de Galileo, tendrá una de sus capitales en Málaga, donde se desarrollarán un gran número de actividades, casi todas al aire libre. Dos de ellas, la Fiestas de las Estrellas y el proyecto IACO, se realizarán en todo el país según la pauta que marque la capital de la provincia, que perfila en estos días el calendario de observaciones.Por una vez, la contemplación del cielo no tendrá como escenario un entorno agreste con sonido de grillos y oscuridad salvaje. Se hará en las principales calles, rodeados de coches, farolas, ruidos y viandantes, que serán los protagonistas del experimento. La asociación pondrá su flota de telescopios al servicio de los transeúntes, que recibirán las instrucciones adecuadas para sorprenderse como en la época en la que el Sol giraba alrededor de la Tierra y de la cristiandad. Será el próximo 7 de marzo, la denominada Fiesta de las Estrellas, que, lejos de erigirse en el atractivo único del programa, abrirá la veda de una sucesión de ejercicios y prácticas participativas. Por su volumen, quizá destacan las observaciones previstas entre el 2 y 5 de abril, que se enmarcan en la iniciativa mundial ´Cien horas de astronomía´. De su paso por Málaga, resalta el escenario, la Plaza de Toros, que, en esta ocasión, invertirá la mirada hacia un punto más oscuro y sereno que la piel de los miuras.Antes de la cita en La Malagueta, la asociación pondrá en práctica una de las actividades que lidera en el país, el proyecto IACO, que consistirá en medir el nivel de contaminación lumínica del cielo en diferentes puntos. La primera campaña de recogida de datos se llevará a cabo entre el 16 y el 28 de febrero, la segunda en el mismo periodo del mes de marzo y la tercera en abril.Los trabajos de campo continuarán con el traslado a los centros educativos, donde alumnos y profesores contribuirán con el estudio mundial que trata de comprobar la longitud del radio del planeta. Una propuesta que ya han suscrito cuatrocientos colegios del país, gracias al éxito de la primera edición, impulsada en la provincia por el colectivo.El programa de actos, presentado ayer por la asociación en compañía de la delegada provincial de la Junta de Andalucía, María Gámez, incluye asimismo un programa de conferencias y un curso sobre polución, que será impartido en colaboración con el Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y Ciencias de Málaga. Nunca el cielo estuvo tan cerca de las chanclas.Para completar el programa, el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) colaborará con la asociación en la edición de un calendario en el que se glosa, con divertidos dibujos y rigor histórico, la actividad de doce astrónomas. Desde la antigua Roma al Renacimiento. Entre las protagonistas de la publicación, que contará con una tirada de quinientos ejemplares, figura una andaluza, Fátima de Madrid, una especialista del siglo X con una trayectoria impecable e innovadora y una sola imprecisión, aunque justificable en estos tiempos de chauvinismo y batallas locales:"Decía que el centro del planeta estaba en Córdoba, su tierra", confesó Pilar Oriente, directora en Málaga del IAM.Sin duda, saber que Madame Curie no es la única investigadora de prestigio será una de las sorpresas de las actividades, aunque no la única. Málaga, avezada a los trajes de baño y a los surcos de arena, vivirá durante unos meses pendiente del cosmos. Y no únicamente para intuir si va a llover. Que falta hace. Tanta como interés por la ciencia.