martes, 24 de febrero de 2009

Los asociación de vecinos de Xarblanca y Trapiche Norte quiere tener su propia iglesia

MARBELLA. El templo más cercano es el del Calvario, lo que impide a muchas personas mayores acudir a misa
No quieren que ir a misa o llevar a los niños a catequesis se convierta en una penitencia por la lejanía de la iglesia más cercana. Con este argumento, los vecinos de la zona de Trapiche Norte y Xarblanca, núcleo de población ubicado al norte de la autovía, han reclamado formalmente al Ayuntamiento que tener su propio templo; una añeja reivindicación que podría estar más cerca gracias a la próxima aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
El presidente de la asociación de vecinos, Francisco Claro, explica que la iglesia más cercana es la de El Calvario, en pleno centro de la ciudad, lo que obliga a los vecinos a tener que trasladarse en autobús o en vehículos particulares tanto para las eucarísticas como para los cursos de preparación para algún sacramento. En el caso de las personas mayores, el desplazamiento se convierte en una misión casi imposible. «Esto es el ensanche natural de Marbella y viven más de 7.000 personas, por lo que al igual que se van a hacer colegios o un centro de salud sería necesario este equipamiento», apuntó.
No es sólo una idea. El propio presidente trasladó personalmente a la alcaldesa, Ángeles Muñoz, la reivindicación en la última reunión del equipo de gobierno con la federación de colectivos vecinales que tuvo lugar en el Ayuntamiento. «Nos dijo que iba a tomar parte en este asunto», señala. De momento, según indicaron fuentes municipales, el primer paso es delimitar en el futuro planeamiento una parcela que pueda cederse al Obispado de Málaga, institución que se haría cargo de construir el templo.
Inicialmente no supondría una gran complicación. El nuevo Plan General contempla varios terrenos para equipamientos en la zona norte de la ciudad, una de las que arrastra más déficit de infraestructuras por el crecimiento exponencial de la población y por la desidia de los equipos de gobierno del GIL. «Hay bastantes zonas donde podría edificarse. Por ejemplo, los terrenos de Huerta del Prado, donde se prevé el ambulatorio y que tiene accesos fáciles», abunda Francisco Claro.