domingo, 22 de febrero de 2009

Los asociaciones de biólogos proponen crear una zona de importancia ecológica entre Marbella y Estepona

Oceana y la Fundación Biodiversidad proponen un monte submarino conocido como el Placer de las Bóvedas, ubicado entre Estepona y Marbella, para ser declarado área marina de importancia ecológica por su extraordinario valor
Está situado a unas 4,5 millas al suroeste de San Pedro de Alcántara entre Estepona y Marbella al borde de una plataforma arenosa de casi 40 metros de profundidad y los que han tenido la oportunidad de explorarlo coinciden en que es algo único. Quizás no le suene porque está en el fondo del mar, pero se llama el Placer de las Bóvedas y se trata de un monte submarino con un núcleo de biodiversidad extraordinario.Tanto es así, que la asociación Oceana y la Fundación Biodiversidad han propuesto que esta zona sea declarada área marina de importancia ecológica, junto a otros 24 puntos de todo el Atlántico sur y el Mediterráneo español, después de comprobar la riqueza natural que albergaEl Placer de las Bóvedas es un placer para los sentidos. Tiene una extensión aproximada de un kilómetro de largo y 500 metros de ancho y es una zona muy productiva debido a la entrada de agua atlántica, que unida a los vientos y a las corrientes marinas, hacen que los levantamientos de nutrientes en la zona sean casi permanentes.Así no es de extrañar que en el trabajo realizado con un robot submarino y un equipo profesional de cámaras y fotógrafos, se hayan encontrado bancos de boquerones y pulpo, lo que lleva a pensar que es una buena zona de cría.Pero la riqueza que alberga va más allá por contar con especies protegidas por estar amenazadas como la Charonia lampas y el Centrostephanus longispinus cuyas mejores poblaciones de todo el litoral andaluz se encuentran ahí. Lo mismo ocurre en el caso de la llamada esponja oreja de elefante y el centollo, ambas protegidas y que en esta zona son muy abundantes.Los alrededores del Placer de las Bóvedas han sido tradicionalmente un caladero de la flota de cerco para la captura de los pequeños pelágicos como la sardina o la anchoa. Aunque estos fondos y sus inmediaciones también son conocidos por los pescadores deportivos, ya que incluso se han organizado torneos de pesca en la zona.Las montañas submarinas del canal de Mallorca, los cañones de Palamós y Creus en Cataluña o el cabo de la Nao en la Comunidad Valenciana son otras de las áreas propuestas para su protección.Y es que con una superficie marina de alrededor de un millón de kilómetros cuadrados, España necesitaría proteger cerca de 100.000 kilómetros cuadrados para alcanzar los objetivos marcados por el Convenio de Biodiversidad de las Naciones Unidas con el objetivo de frenar la pérdida de riqueza en los océanos. Pero la realidad es que hoy en día sólo están bajo alguna figura de protección menos de 5.000 kilómetros cuadrados. Para lograr este reto, habría que proteger unos 65 kilómetros cuadrados al día durante los próximos cuatros años lo que equivale a multiplicar por 20 el área actual. O lo que es lo mismo una extensión de casi 525 campos de fútbol a la hora. El guante ya está lanzado.