Los docentes del instituto Número 1 de Fuengirola exigen soluciones frente al incremento del comportamiento agresivo de los alumnos
Los profesores del Instituto de Enseñanza Secundaria Número 1 de Fuengirola se manifestaron ayer ante las puertas del centro para protestar por la agresión sufrida por un docente a manos de un alumno, el pasado 9 de febrero. Bajo el lema ´Basta de agresiones, queremos soluciones´, los profesores reivindican una respuesta para los episodios de violencia que se viven en los centros. "No se trata de un acto puntual, desgraciadamente este tipo de comportamientos son ya habituales. En lo que va de curso se han producido cuatro agresiones verbales graves y esta última que se ha trasladado al plano físico" aseguró el profesor Jaime Torquemada.Los docentes reclaman un mayor prestigio para la profesión pues consideran que es uno de los motivos de la falta de autoridad que ejercen sobre los escolares. "Si la misma administración, que es la que nos contrata, nos desprestigia mostrándonos como unos vagos ante los medios de comunicación por la negativa a comenzar las clases una semana antes, los menores nunca van a sentir respeto hacia nosotros", comentó Torquemada, quien aseguró que "otro de los motivos que llevan a estas situaciones de violencia es la masificación en los centros".Por su parte, Juan Olmo, director del instituto, instó a todas las administraciones a que se involucren con este problema además de proponer la puesta en marcha de una ´Escuela de padres´. "Sería importante desarrollar medidas de cara a las familias porque los centros no pueden hacer frente solos a esta situación", concluyó. En este sentido, Miguel Gallardo, presidente de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del centro, aseguró que "los padres deben solidarizarse con los profesores y tomar conciencia de la responsabilidad que les corresponde en estas conductas violentas".El portavoz de la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía (APIA), Gonzalo Guijarro, afirmó que "el problema nace de la ineficacia de la legislación vigente en materia educativa, que obliga al alumno a un camino único sin darle más alternativas".El último episodio violento ocurrió el pasado 9 de febrero, cuando un alumno de 2º de ESO, expulsado con anterioridad, entró en el instituto para jugar al fútbol y, ante la negativa del profesor, le agredió. El escolar será expulsado un mes y, probablemente, le trasladen de instituto.