Los humedales de Fuengirola y Mijas se encuentran en serio peligro y no sólo por la sequía, también por la acción del hombre. Así lo asegura Ecologistas en Acción, que ha alertado del «grave riesgo de dejar de ser ecosistemas naturales en sí» como consecuencia de una «espiral ascendente en la pérdida de la función ecológica que deben tener, y en la biodiversidad que deben albergar como tales».
Para el grupo ecologista, las zonas húmedas más degradadas en territorio mijeño son los arroyos del Laurel y de Las Pasadas (éste último, declarado Lugar de Interés Comunitario por la UE), aunque también preocupa la situación en los tramos finales de los arroyos Chaparral, La Cala y Calahonda «que han sido sometidas a limpiezas afondo de la vegetación». Unas actuaciones encaminadas a evitar el desbordamiento de ríos y arroyos en caso de fuertes precipitaciones que traen consigo, según el colectivo 'verde', la destrucción de los cauces, «con la consiguiente eliminación de formaciones vegetales riparias o de ribera, con una importancia máxima en el funcionamiento ecológico de estos ríos y arroyos, además de albergar y dar cobijo a una rica biodiversidad». Además, algunas especies, como tarajales, adelfares y saucedas están protegidas por una directiva europea.
Para el grupo ecologista, las zonas húmedas más degradadas en territorio mijeño son los arroyos del Laurel y de Las Pasadas (éste último, declarado Lugar de Interés Comunitario por la UE), aunque también preocupa la situación en los tramos finales de los arroyos Chaparral, La Cala y Calahonda «que han sido sometidas a limpiezas afondo de la vegetación». Unas actuaciones encaminadas a evitar el desbordamiento de ríos y arroyos en caso de fuertes precipitaciones que traen consigo, según el colectivo 'verde', la destrucción de los cauces, «con la consiguiente eliminación de formaciones vegetales riparias o de ribera, con una importancia máxima en el funcionamiento ecológico de estos ríos y arroyos, además de albergar y dar cobijo a una rica biodiversidad». Además, algunas especies, como tarajales, adelfares y saucedas están protegidas por una directiva europea.
En este sentido, Ecologistas en Acción también alertó de la amenaza que suponen las obras de encauzamiento y embovedado de otros cursos fluviales de Fuengirola, como el del arroyo Real (prácticamente finalizado) y el «enladrillado» arroyo Pajares. Además, también criticaron la «pretensión de anular totalmente» la desembocadura del arroyo de La Cala.
Por último, insisten en que tanto la limpieza como el encauzamiento de los arroyos suponen «una trampa que posibilita potenciales inundaciones y catástrofes urbanas, ya que por un lado permite que discurra el agua con más velocidad y fuerza, y por otro lado crea condiciones óptimas para que se produzcan tapones de retención de agua, con el consiguiente desbordamiento y anegación de las zonas cercanas a los cursos fluviales».
Por último, insisten en que tanto la limpieza como el encauzamiento de los arroyos suponen «una trampa que posibilita potenciales inundaciones y catástrofes urbanas, ya que por un lado permite que discurra el agua con más velocidad y fuerza, y por otro lado crea condiciones óptimas para que se produzcan tapones de retención de agua, con el consiguiente desbordamiento y anegación de las zonas cercanas a los cursos fluviales».