
En este sentido, destacó en declaraciones a Europa Press, que es necesario permanecer en la arena porque eso supondrá «seguir manteniendo los puestos de trabajo», que en la provincia malagueña ascienden a 20.000. Así, señaló que en estos momentos están esperando la decisión de Costas, administración que estudia suprimir los chiringuitos que invaden el dominio público hidráulico, y a la que han solicitado ser concesiones administrativas «a las que la ley permita irse a 150 metros» y tener una terraza suficiente para atender a la clientela. «Queremos tener asegurada ya la situación porque hay muchas personas pendientes de sus puestos de trabajo», insistió Arrabal.