jueves, 12 de marzo de 2009

Fuengirola se solidariza con el pueblo de Honduras

El próximo sábado saldrá rumbo a Tegucigalpa un nuevo contenedor repleto de comida, ropa y medicamentos reunidos por la ONG Cooperación Honduras
Homero decía que "la labor es llevadera cuando muchos comparten la fatiga". Precisamente, la solidaridad es el valor de todos los miembro de la ONG Cooperación en Honduras. Fuengirola se vuelca, año tras año, con nuestros hermanos hondureños. El próximo sábado saldrá rumbo a Tegucigalpa un nuevo contenedor repleto de comida, medicinas, ropa y demás equipamientos. Las personas que lo deseen pueden acercarse hasta el almacén de la asociación, en la calle Córdoba número 19 de Fuengirola, para aportar su granito de arena. En esta ocasión, se necesita comida no perecedera (arroz, pasta y latas). Cualquier donación es bien recibida, desde medicamentos para dotar a los hospitales que se están construyendo hasta ropa para todas las edades. La asociación nació en 1994 en pleno corazón de la Costa del Sol y, desde entonces, se han desarrollado multitud de proyectos para ayudar a los más desfavorecidos. El padre Patricio lidera esta ONG por la que lleva luchando ya tantos años.Los diferentes colectivos del municipio se han volcado con la causa organizando actividades para recaudar fondos. En octubre del año pasado, los jóvenes de la ONG coordinaron un Torneo de Pádel con el que se lograron 4.300 euros que permitieron que una comunidad rural hondureña pudiera adquirir las tuberías y material necesario para tener acceso al agua potable. Otro evento destacado en favor de la asociación fue la Exposición de Manualidades organizada por la profesora Leonarda Albarral y sus alumnas en la que se recaudaron más de 3.000 euros.Proyectos. Entre todos los proyectos que se han llevado a cabo desde la ONG en Honduras existe uno que tiene especial importancia para los fuengiroleños. Una de las escuelas construidas con las aportaciones de la asociación lleva el nombre del patrón de Fuengirola ´San Cayetano´ en honor y agradecimiento a sus vecinos. Este centro infantil se ha edificado en una zona rural de indígenas lencas hondureños y tiene capacidad para que 90 niños entre 2 y 12 años puedan estar escolarizados y disfrutar de un comedor que supla su falta de alimentación por escasez de recursos. La construcción supuso casi 50.000 euros de presupuesto. Por las tardes, fuera del horario escolar, el edificio es utilizado como centro de reunión para los ancianos. Desde Cooperación Honduras también se pueden apadrinar niños y ya hay más de 800 pequeños que se benefician de ello."La ayudas no sólo son materiales sino también humanas", afirma el director de la ONG, Felix Ruiz. En este sentido, varios voluntarios han viajado hasta Honduras para colaborar directamente con ellos. Antonia Caler es una de las personas que han vivido esa experiencia: "Son numerosos los niños que necesitan ser apadrinados. Todavía queda mucho trabajo por hacer".