jueves, 5 de marzo de 2009

Las bandas de cornetas siguen con problemas por la normativa contra el ruido

El Consistorio dice que las bandas de cornetas tienen "infinidad de sitios" para desarrollar su labor, pero siguen en la alegalidad
Resta poco más de un mes para que la nueva ordenanza de ruidos entre en vigor en la capital malagueña. Entonces las bandas de cornetas y tambores que ensayen en la calle lo harán de forma ilegal, ahora sólo en la alegalidad, y se enfrentarán a sanciones económicas ejemplares. En los últimos años han sido denunciados en numerosas ocasiones, por contaminación acústica, pero hasta la presente no existe ninguna regulación específica de ruido. Será después de Semana Santa. Los protagonistas de esta historia, simples músicos, se sienten "acorralados" y "tratados como delincuentes". Araceli González, concejal de Medio Ambiente, dijo que hay "infinidad de sitios" para que ensayen. Este es el mismo discurso de hace años pero la realidad es que la solución sigue sin llegar."No están perjudicadas sino que todos tenemos que no hacer ruido en la calle. Las bandas van a tener que adaptar un poco sus ubicaciones", subrayó González. Pero las bandas se preguntan dónde. "Se habla del Auditorio, la Feria…, no tenemos un sitio concreto. Queremos colaborar todo lo que podamos porque hacen una buena labor pero tenemos muchas denuncias de los vecinos", añadió la edil. Los días pasan y la solución no llega.Preocupadas por su situación, entre otros motivos, las bandas formaron una plataforma que está en vía de constituirse como federación. Sin embargo, la Agrupación de Cofradías ha intervenido en los últimos meses como agente mediador. En estas negociación se habló también del Puerto como posible lugar de ensayo, pero la cosa sólo quedó en palabras, como el resto de opciones. "Si la Agrupación lo entiende que debemos de acercarnos allí porque ellos creen que hay algún sitio, Linde no tiene ninguna dificultad en que vayamos, lo veamos juntos y tal", manifestó González, que subrayó que están "tratando de abordar otras ubicaciones para que ellos tengan un sitio lógico donde poder actuar y que los vecinos estén tranquilos al respecto".Buena intención parece que existe por las partes, pero el problema está en punto muerto desde hace años. Unos dicen que estudian soluciones y otros ensayan con temor a sanciones.