domingo, 1 de marzo de 2009

Una fiesta para preservar las raíces

El acto de las peñas para celebrar el Día de Andalucía reunió en el Martín Carpena a unas 2.000 personas
Nada más entrar, cada asistente recibía un pin de la bandera andaluza. A algunos también les entregaban claveles. Flor blanca, tallo verde; colores autonómicos para celebrar el Día de Andalucía.El acto organizado por la Federación Malagueña de Peñas por el 28-F reunió ayer en el Martín Carpena a unas 2.000 personas. Para empezar, una ración de verdiales. La panda Raíces de Almogía tocó y bailó para que nunca se olviden las raíces. A los 10 minutos, el ritmo trepidante de esta música típicamente malagueña pasaba factura y la respiración de los encargados de bailar la bandera ya se notaba algo agitada. Sobre las 13:00, la fiesta llevaba ya un rato, pero seguían llegando asistentes; sobre todo personas de avanzada edad, pero también familias con niños. Las sillas colocadas en la pista empezaban a escasear y los peñistas comenzaban a ocupar las gradas. Llegó entonces el momento del pregón, a cargo de míster mundo 2007, el malagueño Juan García. Subió al escenario entre gritos de "guapo, guapo" y se deshizo en alabanzas a la provincia. Dijo que es una tierra tan seductora que a lo largo de la Historia ha atraído a a tartesos, fenicios, bizantinos, visigodos, bárbaros y musulmanes.El acto -organizado por la Federación de Peñas con la colaboración de las administraciones local, provincial y autonómica- fue sencillo. El presidente de las penas, Jesús González, recordó que el objetivo era "reivindicar el orgullo de ser malagueño y andaluz". Y a eso fueron los integrantes de la peña La Florida, de Avenida Santa Rosa de Lima. "Venimos porque es nuestro día. Yo soy muy andaluza y muy malagueña", apuntaba Esperanza Criado.El presentador del acto puso una nota de humor y preguntó si sabían ya las últimas noticias. Todos pensaron en las detenciones por supuestas irregularidades urbanísticas en Alcaucín. Pero después aclaró, para alivio de algunos, que se refería a que a partir del lunes se podía empezar a pedir el borrador para la declaración de la renta. La celebración siguió con la actuación de la Banda Municipal y se cerró con unos aperitivos. Fue un día para avivar el orgullo andaluz, pero también para que peñas, centros culturales y casas regionales tuvieran un encuentro distendido. Por la mañana hubo más protocolo. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la delegada de la Junta en la provincia, María Gámez; y los representantes de la oposición colocaron la tradicional ofrenda floral en el monumento a Blas Infante, padre de la patria andaluza. Los discursos y el himno andaluz completaron un acto simple, pero cargado de simbolismo.Ronda tuvo una celebración más original. Un grupo de teatro representó la primera asamblea andalucista, la que se celebró en 1918 en esa ciudad y en la que se decidió el escudo y la bandera andaluza. Por unas horas, los actores del grupo Tes revivieron a Blas Infante para que leyera las decisiones adoptadas tras aquel decisivo encuentro.El alcalde de Ronda, Antonio Marín, durante su discurso oficial, hizo alusión a aquella unidad y aquel espíritu andaluz para pedir unidad frente a la actual crisis económica. Posteriormente, se procedió al izado de la bandera de Andalucía en la céntrica Plaza del Socorro, mientras una banda de música interpretó el himno de la comunidad. Como cierre del acto, el encapotado cielo rondeño se tiñó de blanco y verde tras una suelta de globos con los colores andaluces.En Marbella, la comunidad rusa se sumó a la celebración del 28-F con un acto organizado por la asociación Nash Dom (Nuestra Casa). Hubo actuaciones de artistas rusos y españoles, además de sorteos y un cóctel. El objetivo del encuentro era fomentar la relación entre ambas culturas. Málaga, Ronda y Marbella; cada una celebró el Día de Andalucía a su manera. Lo importante era evocar una fecha clave para todos los andaluces y los que viven en esta tierra.